
Que no digan que la belleza tiene que ser extrema, hay cosas muy simples, pero que irradian belleza serena para todos los sentidos.
Abrid la foto y simplemente sentaros a mirarla dejando los cinco sentidos libres y disfrutaremos de un momento de plenitud, viendo como la Ermita de Villar nos abre su puerta y nos muestra su interior.